TWO LOVERS,
la resurrección
del melodrama romántico.
James Gray resucita
con este sombrío
y
bello film
el melodrama romántico con final feliz.
Leonard (Joaquin Phoenix), un joven con problemas emocionales y de personalidad bipolar, vuelve al hogar de su infancia en Brighton Beach, Brooklyn, para reponerse tras su última recaída. Mientras trata de recuperarse bajo la atenta mirada de sus preocupados padres, dos mujeres entrarán en su vida: Michelle (Gwyneth Paltrow), una bella y sensual vecina con un halo de misterio que parece no encajar en el aburrido barrio donde vive Leonard y la encantadora y sencilla Sandra (Vinessa Shaw), hija del nuevo socio de su padre. El amor de Leonard se debatirá entre la complicada y emotiva Michelle (drogadicta y enamorada de otro hombre casado) y Sandra, la chica perfecta a ojos de su familia y del espectador.
Leonard ha vuelto a casa de sus padres para recuperarse de un terrible desengaño sentimental que a punto estuvo de costarle la vida. Ahora intenta pasar página y evitar posibles recaídas refugiándose en el día a día y en un trabajo gris como empleado en la lavandería familiar. Pero la rutina y los recuerdos dolorosos todavía demasiado frescos hacen que Leonard siga estancado... pero Michelle y Sandra se cruzan en su camino. Cada una con una personalidad opuesta; cada una proveniente de entornos que en nada se parecen; cada una encarnando una visión distinta del amor. James Gray es un cineasta que lo que hace en sus trabajos es poner en situaciones extremas a sus personajes para ver cuán fuertes -o frágiles- pueden llegar a ser los vínculos de sangre o simplemente afectivos.El hecho de que justo al principio de la cinta Leonard intente suicidarse al principio y al final de la película porque tiene el corazón roto puede sonar a convencional ridiculez, pero no tarda demasiado Gray en dar consistencia a este posicionamiento tan pesimista. Lo que encontramos aquí es la faceta menos amable de las relaciones de pareja dentro del entorno a ratos protector y a ratos castrador de unas familias que refuerzan la concepción patriarcal de la sociedad en que los personajes de la película se mueven. El triángulo amoroso extraordinario (nunca Gwyneth Paltrow había estado mejor, más devastadora ni más humana), un soberbio Joaquin Phoenix (una especie de nuevo Montgomery Clift), que nos hace compadecernos de él y, al mismo tiempo, rechazar su equívoca obsesión y una tierna y encantadora Vinessa Shaw (mujer como la que todos aspiraríamos que fuese la nuestra) y la inconmensurable Isabella Rosellini en el papel de madre de Joaquín Phoenix, (una madre que vigila y controla pero que al final comprende, calla y lo único que quiere es la felicidad de su hijo), sino también por un guión y una dirección muy firmes y elegantes. James Gray saca el máximo jugo a sus actores, imprimiendo realismo en los diálogos y sabiendo llevar muy bien el ritmo lento de una trama que a pesar de sus clichés nos parece nueva y fascinadora. Encomiable es también su capacidad a la hora de crear atmósferas hipnóticas, que aparte de hacer más atractivo al producto, sitúan al espectador en un mundo desconcertante, cálido pero sombrío; bello pero impregnado de fatalismo. Todos en algún momento hemos sentido algo parecido a este dilema amoroso, y James Gray nos tiende una mano con esta elegante, deliciosa y cuidada película. "Two Lovers" es un drama romántico oscuro, contado de la mano de actores de gran categoría y que, pese a su simplicidad y cierta falta de profundización psicológica en las personalidades femeninas, está contado con maestría, elegancia y que por su final feliz nos deja con un buen y tranquilo sabor de boca después de la amarga y atormentada relación entre Leonard (Phoenix) y Michelle (Paltrow). Existe algo nuevo e intenso en la manera en que Gray utiliza aquí los convencionalismos del amor romántico, tal vez porque las convenciones del melodrama romántico desde Douglas Sirk estaban casi completamente aletargadas y Gray las resucita con esta película.