lunes, 30 de diciembre de 2013

FEELING DEL WHATSAPP

Feeling del WhatsApp

Extrañamente  te has metido en mi vivir, 
atado fuertemente a tus mensajes, 
y la imagen de tu rostro, poco a poco, ha llenado mis ojos, 
trastornando mi sentir.
Me ha eclipsado esa mirada tuya, intensa, de benevolencia, 
la querencia que, como cicatrizada herida, 
en ofrenda de permanencia, por ti se abría
y dejaba fluir chorro a chorro,
inconteniblemente, 
el despertado río de mi corazón.  

Carlos d'Ors

30 diciembre 2013. 

martes, 10 de diciembre de 2013

COSAS QUE NO AGUANTO EN UN POEMA. diciembre de 2013. (a mi primo Miguel d'Ors. Y a mis amigos y poetas Antonio Fernández Heliodoro y Marcio Catunda).

COSAS  QUE  NO  AGUANTO  EN  UN  POEMA

A mi primo Miguel d'Ors. 
Y a  mis  amigos y poetas Antonio Fernández Heliodoro y Marcio Catunda. 


Que suceda en Oriente Medio.
Que pretenda ser original y nuevo.
Que hable de un amor perdido, o de hojas en otoño, o de alguien muerto.
Que lleve puntos suspensivos al final del verso (salvo en los míos…)
Que abuse del azul, o también del blanco o del negro.
Que quiera emular a Jaime Gil de Biedma.
O menos aún a Antonio Gamoneda. 
Que le pueda gustar a Luis Alberto de Cuenca,
 o, tal vez, incluso a Luis Antonio de Villena.
Que esté escrito en pareados.
Que sea bueno pero no sea mío.



Carlos d'Ors. diciembre de 2013. 
(para el poemario en preparación PAISAJISMOS)

LOS POETAS DE MI VIDA. UNA ANTOLOGÍA PERSONAL. Javier PÉREZ-CASTILLA.

Javier PÉREZ-CASTILLA


El gran poeta y amigo Javier Pérez-Castilla sigue la lección dorsiana en sus poemas de elevar desenfadada, irónica
 y a veces crudamente la "Anécdota a Categoría", de escribir poemas que son -como él mismo escribe- "Fogonazos dispersos de una película sin título". 
Como el magnífico que incluyo aquí titulado precisamente "Anécdota". 


ANÉCDOTA
LO peor de las olas, como los recuerdos, es que siempre chocan contra los mismos arrecifes. 
Esto sería un buen argumento para un poema, acaso para una novela, 
si no fuese tan dramáticamente cierto. 

AHORA, por evocar algo, vuelven a golpear en mi cabeza 
las imágenes de aquel verano en La Borgoña. 

Hace menos años de los que tú crees, llevabas un bañador naranja
y tomabas el sol con un libro de Catulo bajo el brazo. 
Estaban contigo varios amigos, desfigurados ya sus rostros por el olvido. 
Alquilasteis un barquito (bueno, en verdad, no era tan pequeño) 
que avanzaba por el Loira, partiendo en dos mitades la epidermis del río. 

Tú tomabas el sol, solo, en la cubierta. El barco atravesó una esclusa. 
Amarraron. 

LUEGO llegó el "bateau" de ellas. Eran alemanas, o al menos eso parecían. Dos mujeres maduras y dos jóvenes. Todas con los pechos descubiertos. 

Y es curioso la nitidez con que recuerdo esta imagen. 
Hay que ver con qué pasiva intensidad aparece hoy ante mí 
la vieja estampa: Cuatro mujeres, pechos descubiertos y miradas ambiguas. 

ACASO escribir tan sólo sea eso: Fogonazos dispersos de una película sin título. 


(En el poemario "LOS AZOTES CARNALES" . Ed. Libertarias/Prodhufi, 1993, pp. 42-43.)

lunes, 2 de diciembre de 2013

Recuerdo de mi INFANCIA. 1977. (Poema III de mi Antología Poética HECHIZOS, AMARES Y DELIRIOS, 1994. Ediciones Libertarias. )






Mi hermano Alfonso, compañero de infancia y juegos, a la izquierda y delante mío,
 y yo, el rubito de la derecha, en 1954. 

RECUERDO DE MI INFANCIA
(a María Sangüesa y a José Cereijo que, especialmente ellos aunque muchos más, 
me han hecho revivir la poesía con pasión  estos últimos años)

En la savia de las hojas se posan las mariposas
que, gustosas, chupan el néctar de la flor. 
Juegan los pájaros con sus trinos. 
las hormigas -ta-ra-ta-tán-...
llevan sus pepitas al agujero. 
Los gusanos depositan sus huevos 
y se meten en sus capullos
para reposar su propia vida.
Las flores se muestran coquetas con el sol. 
Quema el sol. el niño coge un puñadito de tierra. 
se le escapa de las manitas: el viento se la lleva. 
Saca del hoyo un escarabajo verde intenso y dorado,
lo mete  en su ombligo; cosquillas le hace. 
Una niña corre. ¡Zas!, se cae. 
El caramelo deja su estela sobre la arena. 
La niña llora lágrimas de cangrejo. 
El sol se ríe; de ella, claro. 
Un "angelito" la consuela, porque estaba triste. 
Yo no lloro. es la pupa que me hace llorar. 
¿Quién tuvo la culpa?
Sol que quemó tierra y la tierra que quemó rodilla. 
la niña se queda con sus brujas y cocos. 
Los ángeles empiezan a jugar a los bolos. 
Caen hilos finos de agua. Y mientras se queda el soldado raso
ligando con la "tata". 
Y el tío-vivo sigue girando...

Carlos  d'Ors. escrito en 1977. 

(de mi Poemario HECHIZOS, AMARES Y DELIRIOS, 1994. Ediciones Libertarias. )


LOS POETAS DE MI VIDA: ÄNGELES FERNANGÓMEZ. Ballet de Invierno.

ÁNGELES  FERNANGÓMEZ


¿Han visto algo más bello y poético para estos días de Pre-Navidad y nieve que este poema 
"Ballet de Invierno" de la gran poeta Ángeles Fernangómez? Parece un cuento de Andersen.


BALLET DE INVIERNO

Amaneció, y había blancas bailarinas por el aire.
Chocaban con mi cara sus cancanes, como besos.
Rozaban mi pelo, se elevaban, 
como el vuelo de un Degàs.
Y descendían. 

En pirueta,
descendían. 

Lentamente,
descendían.

Fríamente,
descendían
como lluvia algodonada en rebelión de ingravidez.

El parque se cubrió de bailarinas blancas.
Aquella noche, el mendigo durmió muy acompañado,
pero tanto beso blanco, lo mató.