Aquellas manos de espuma que acarician el cielo
llegarán hasta la orilla de mis muslos.
y allí arrastradas por el mar mis caderas,
se hundirán muy adentro.
¡OH rompeolas de lujuria bravía!
que arañas con tus uñas orgasmos de arena fina.
¡OH rompeolas de agua y fuego!
Que chocas contra acantilados rompiendo tu cuerpo,
contra rocas carnosas de sexo.
¡OH aquellas manos de espuma!
que acariciaron el cielo y la luna.
Se han apoderado poco a poco
de el agua azul de mi locura...
8 de octubre de 2013 a las 06:26
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