




El encanto de estas bellas fotografías reside en que, aunque sus modelos- jóvenes gitanos rubios irlandeses, muchachas y muchachos, algunos niños también- posan para la fotógrafa, las fotos tienen paradójicamente un aire antiguo de ingenua espontaneidad y, son tan vivas que, a pesar de ser en blanco y negro, nos olvidamos al contemplarlas con deleite de este aspecto. Incluso algunos de estos caballos evocan en su postura al Velázquez de El Conde Duque de Olivares a caballo. Charlotte Player nos ha traído a estas jóvenes muchachas y muchachos adolescentes y niños gitanos rubios trashumantes hasta aquí ofreciéndonoslos en la montura y el trote de sus caballos en sus maravillosas fotos". Preciosa exposición.
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