Herme
G. DONIS
TARJETAS POSTALES
Tarjetas postales que escribes
en lugares extraños,
en ciudades
en donde quisieras ser
feliz,
en donde robas la
memoria de las cosas,
en donde das cuenta de
instantes solitarios
compartidos con otros
seres distintos
en lenguas y
costumbres, en donde comunicas
que ya has llegado a un
nuevo país real o imaginado.
Postales que arrastras
por los museos,
o por los
restaurantes,
por las calles de
París, Lisboa o Amsterdam.
Recuerdos que hablan
de la luz, del mar,
de un amanecer en Niza
entre el gozo de las flores
y la alegría que, como
el agua,
corría cuesta abajo en
busca
de los primeros
adoradores del sol de los días,
o de esa emoción, un
tanto estúpida,
que sentiste en la
Biblioteca Ambrosiana
al saber que en aquel
mismo lugar había estado
Stendhal, había estado
Byron.
Tarjetas que también
hablan de los sueños
que se abandonan en
trenes, estribos, tascas,
barcos, puertos,
autobuses y posadas,
(aquí una mirada, allá
una promesa,
más tarde una
esperanza)
para al final
comprender que los afanes engañan,
que detrás de los
kilómetros se van los años,
que llegar a otras
tierras es perderse un poco,
que el viajero lo
único que busca
es no moverse de su
sitio.
Tarjetas, postales de
una vida
tantas veces
inventada.
de Peregrinas andanzas. Llibros del Pexe. Gijón, 1997.
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