JUAN CEACERO es un actor de teatro extraordinario, mágico y trascendente.
Lo
hemos vuelto a comprobar una vez más en su increíble actuación de su última
obra UN ARTISTA
DEL HAMBRE, de Franz Kafka, bajo la magistral dirección actoral de Luis d’Ors. Porque
tal vez nunca se haya visto una obra en
que la gesticulación y la expresividad interna y externa y las situaciones de
lo que se cuenta con los brazos y las manos y el movimiento mímico del actor
con su propio cuerpo estuviese más lograda. También el juego del actor con la
silla y con la chaqueta producen una
extraordinaria conmoción y catarsis.
¿Porqué
afirmo que la interpretación de Juan
Ceacero es inigualable en esta y en todas las obras que he visto suyas?
1º La fuerza psicológica y narrativa a través
de la gesticulación, el gesto y la mímica es extraordinaria. Y también,
claro está, fundamental, la fuerza
catártica de la palabra en el escenario.
2º El carisma presencial que este actor
tiene: parece más alto, más largos los brazos, más grandes las manos y los ojos
en el escenario... Su cuerpo se mueve como un resorte con pasmosa facilidad.
3º Nunca se
desconcentra ni pierde el hilo y, si alguna vez ocurre u ocurriese, improvisa y es capaz de convertir un error
o un fallo en un acierto teatral que refuerza el momento.
4º Creo que es capaz de
"interpretar" exactamente lo que el director quiere. ¿De dónde
saco yo esa conclusión? Porque cuando yo veía su interpretación me parecía que
era el director (Luis d'Ors) el que interpretaba. Y esa es una virtud impagable
en un actor.
5º No obstante,
a pesar de lo dicho anteriormente, es un
actor con un "estilo propio e inconfundible", lo que indica que es un
artista total en el más pleno sentido del término.
Me pregunto: ¿es el más grande actor de teatro actual? No lo sé; he visto muy buenos; pero lo que es seguro es que es de los más grandes.
Me pregunto: ¿es el más grande actor de teatro actual? No lo sé; he visto muy buenos; pero lo que es seguro es que es de los más grandes.
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