Este año los Reyes Magos vinieron para mí llenos de ilusión y energía positiva. Y entre todos los regalos que me han traído (todos, maravillosos) el que yo prefiero es este precioso Tiesto de tulipas de papel (posiblemente el regalo de menor valor crematístico de cuantos me han regalado) que no hay que regar ni se muere nunca. Ha dado color, ilusión y luz al Nuevo Año que acabamos de comenzar... Gracias al paje que tuvo el acierto de traérmelo.
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