sábado, 19 de septiembre de 2009

ESCENA DÉCIMOSÉPTIMA del GUIÓN CINEMATOGRÁFICO DE SIJÉ (escrito por Carlos d'Ors, basado en la novela SIJÉ de Eugenio d'Ors)


Guión CINEMATOGRÁFICO de SIJÉ
(basado en la novela Sijé de Eugenio d'Ors)
ESCENA DÉCIMOSÉPTIMA:

Retrato de Sijé, la sirenita de la vacación.




Venecia. En el estudio del pintor Rambaud-Valady. Está anocheciendo.
Octavio de Roméu y Fo caminan en círculo por el estudio de Rambaud Valady. Los otros están bebiendo una birra en unos vasos que hay sobre una banqueta colocada como mesa improvisada. Fo descubre, detrás de un paisaje, un retrato al óleo de una joven desnuda apoyada en una columna que parece Sijé con las góndolas de Venecia detrás.
FO (sorprendido por su descubrimiento): -Mira, Octavio. Es nuestra Sijé en Venecia o al menos se parece mucho a ella.
OCTAVIO DE ROMÉU (coge el lienzo y lo mira con detenimiento):
-Ciertamente, Fo. Es Sijé, la sirenita de la vacación.
Los otros tres hombres y el pintor se acercan a Octavio y Fo, y contemplan el lienzo que sostiene Octavio. Todos forman un círculo en torno al lienzo.
RAMBAUD-VALADY (coge el lienzo, quita del caballete el que estaba pintando y coloca el Retrato de Sijé): -Es una bella muchacha que desde hace varios veranos viene siempre en agosto aquí, a Venecia, a mi estudio para que la retrate. Posa unos días y, luego, desaparece. Pero debe de estar todavía en la ciudad.
AGENOR (se acerca a observar la pintura más detenidamente): -Es una bella pintura. Y el parecido es asombroso.
RAMBAUD-VALADY (con satisfacción y orgullo): -Gracias, joven. Pero esta muchacha es tan enigmática que es muy difícil apresar su alma.
AGENOR (entusiasmado): -¿Y me vendería usted esta pintura?
RAMBAUD-VALADY: -Ce n’est pas possible. Esta muchacha es una especie de musa para mí. Además le he prometido que nunca venderé ninguno de los retratos que le hago todos los veranos. Cuando termina el verano, los llevo a una especie de cámara secreta donde tengo mis obras más queridas.
AGENOR (apesadumbrado): -Claro, entiendo… No podemos llevarnos su imagen, sólo su recuerdo…
La cámara se dirige a la ventana donde vemos que ya ha anochecido completamente y se divisan las aguas venecianas, las luces de San Giorgio Maggiore y un cielo cubierto de estrellas.