viernes, 30 de octubre de 2009

jueves, 29 de octubre de 2009

Desengaño

Por un desengaño










El desengaño es una carta marcada

que se esconde detrás de tus ojos.

Y nos decimos adiós con el vago presentimiento

de haber perdido la tarde.

Y marcho cabizbajo y meditando en qué rincón de la tarde

gocé por última vez tu sonrisa.

Y tu presencia, fantasmal y asfixiante,

va quemando en mí las últimas naves.

Y, consumidas éstas, volverá a salir el sol

al otro lado del crepúsculo.

Y seguiré pensando que el amor

podrá madrugar de vez en cuando,

como si la vida estuviera recién estrenada.

lunes, 26 de octubre de 2009

Poema XV de ECLIPSE TOTAL,

para José Luis Guerin,

después de ver su película

En la ciudad de Silvia




Aquel hombre alza sus ojos

y mira hacia adentro de los ojos de ella.

Sus ojos están puestos

en los caminos y calles de los de ella.

No concede quietud a sus ojos.

Allí deben estar sus ojos,

en los de ella –piensa-

y su corazón todos los días.

Que no dejen de mirarle,

hasta que los de ella

los miren para siempre.

Al fin, ojo a ojo,

cae el mirar de ella

en los ojos de él..

Para siempre.

domingo, 25 de octubre de 2009

INTROITO del poemario "Eclipse Total"

A Karin Augustin


¿Dónde miran mis ojos sin dueño?
Perdido el secreto de la vida
Ya no recuerdo la melancolía del viento
No sé si algún día miraré la rosa hermosa.
Soñarte, día, -me dicen- no cuesta nada…



¿Qué esperas de mí?
Un jardín sin dueño
Tiempo vacío sin primavera
Ya no piso, porque no sé
Ya no piso la tierra hermosa
Ni entiendo de amanecer…



Me avergüenzo de mis párpados que no ven
No me importa ni lo que pasó, ni lo que pasa, ni lo que pasará
Velo el descanso para que no exista la aurora de cada día
Todavía la luna sale para mí, aunque no sé para qué
Sin sueño que iluminar…

viernes, 23 de octubre de 2009


ECLIPSE TOTAL

a todos mis hermanos,

pero especialmente para Alfonso







Instalados en lo anodino de nuestra madurez,

alejados tanto del fulgor de nuestra niñez,

¿es posible aún reencontrar el misterio

de todas aquellas cosas que emergían

de nuestros pozos sin fondo?

***

¿Rememorar con los flashes de la memoria

aquellos paisajes, aquellos retratos,

aquellas escenas de interior o al aire libre

de nuestra infancia olvidada?

***

¿Es posible volver a escuchar el eco

de aquellas voces dulces, serenas, fuertes

que emitían maravillosos mensajes de amor,

cuentos de ansias hechas realidad,

atractivas órdenes de autoridades supremas?

***

¿Es todavía alcanzable evocar nuestros pasos y paseos?

¿Nuestros andares de peleles, de marionetas sin hilos?

¿Aquellos andares que eran majestuosos reyes,

soldados valientes o héroes vencedores?

***

¿Podremos reencontrar aquellos tesoros sin precio?

¿Aquel jabón, aquella piedra,

aquel trozo de tela o caja de cartón?

¡Ah, quién pudiera volver

a la añorada infancia perdida!

ECLIPSE TOTAL

martes, 20 de octubre de 2009

El pez dorado de D'ANNUNZIO
















El gran escritor italiano D’Annunzio se alojó durante un tiempo en el Hotel Trianon de París. Allí tenía un pez dorado al que quería mucho. Estaba en una jarra de cristal y D’Annunzio le daba de comer y le hablaba. El pez agitaba alegremente sus aletas y abría y cerraba la boca como si quisiera contestar al poeta.

Un día el pez dorado desapareció. La famosa bailarina estadounidense Isadora Duncan, que se alojaba en el mismo hotel, se percató de la ausencia del pez, y le preguntó al maitre del hotel:

- ¿Dónde está el pez de D’Annunzio?

- ¡Ah, señora, es una triste historia!

D’Annunzio tuvo que viajar a Italia y nos encargó que cuidáramos del pez. “Este pez de oro – fueron sus palabras – es mi amor y el símbolo de mi felicidad.“

Y solía telegrafiar con frecuencia para ver cómo seguía su pez:

“¿Cómo está mi querido Adolphus?”

Adolphus es cómo le llamaba…

Un día Adolphus murió. Lo cogí, lo envolví en un papel y lo tiré por la ventana.

Al día siguiente llegó un telegrama de D’Annunzio que decía:

“Examinen a Adolphus. Me da la impresión de que no está bien.”

Yo le mandé un telegrama donde decía: “Adolphus ha muerto.”

D’Annunzio me contestó inmediatamente: “Entiérrenlo en el jardín. Y arreglen una pequeña sepultura para él.”

Cogí entonces una sardina, la envolví en un papel de plata y mandé poner una cruz con la siguiente inscripción en letras doradas:

Aquí yace Adolphus

D’Annunzio, a su regreso, preguntó inmediatamente:

- ¿Dónde está la tumba de mi pobre Adolphus?

Se la enseñé en el jardín y le ponía todos los días muchas flores. Y estuvo durante mucho tiempo llorando sobre la tumba del pez.


lunes, 19 de octubre de 2009









Guión CINEMATOGRÁFICO

de SIJÉ

ESCENA DÉCIMOSÉPTIMA:

Retrato de Sijé, la sirenita de la vacación.

Venecia. En el estudio del pintor Rambaud-Valady. Está anocheciendo.

Octavio de Roméu y Fo caminan en círculo por el estudio de Rambaud Valady. Los otros están bebiendo una birra en unos vasos que hay sobre una banqueta colocada como mesa improvisada. Fo descubre, detrás de un paisaje, un retrato al óleo de una joven desnuda apoyada en una columna que parece Sijé con las góndolas de Venecia detrás.

FO (sorprendido por su descubrimiento): -Mira, Octavio. Es nuestra Sijé en Venecia o al menos se parece mucho a ella.

OCTAVIO DE ROMÉU (coge el lienzo y lo mira con detenimiento):

-Ciertamente, Fo. Es Sijé, la sirenita de la vacación.

Los otros tres hombres y el pintor se acercan a Octavio y Fo, y contemplan el lienzo que sostiene Octavio. Todos forman un círculo en torno al lienzo.

RAMBAUD-VALADY (coge el lienzo, quita del caballete el que estaba pintando y coloca el Retrato de Sijé): -Es una bella muchacha que desde hace varios veranos viene siempre en agosto aquí, a Venecia, a mi estudio para que la retrate. Posa unos días y, luego, desaparece. Pero debe de estar todavía en la ciudad.

AGENOR (se acerca a observar la pintura más detenidamente): -Es una bella pintura. Y el parecido es asombroso.

RAMBAUD-VALADY (con satisfacción y orgullo): -Gracias, joven. Pero esta muchacha es tan enigmática que es muy difícil apresar su alma.

AGENOR (entusiasmado): -¿Y me vendería usted esta pintura?

RAMBAUD-VALADY: -Ce n’est pas possible. Esta muchacha es una especie de musa para mí. Además le he prometido que nunca venderé ninguno de los retratos que le hago todos los veranos. Cuando termina el verano, los llevo a una especie de cámara secreta donde tengo mis obras más queridas.

AGENOR (apesadumbrado): -Claro, entiendo… No podemos llevarnos su imagen, sólo su recuerdo…

La cámara se dirige a la ventana donde vemos que ya ha anochecido completamente y se divisan las aguas venecianas, las luces de San Giorgio Maggiore y un cielo cubierto de estrellas.

El Oso de LORD BYRON







Lord Byron tuvo un particular magnetismo personal. Consiguió la reputación de no ser convencional, de ser un hombre excéntrico, polémico, ostentoso y controvertido. Muchos han atribuido sus capacidades extraordinarias a cierto desarreglo mental.
Tuvo gran afición por la compañía de animales, como por su perro terranova. Lord Byron quería mucho a los animales, tanto que se asegura incluso que mientras estudiaba en Cambridge guardó un oso en una institución en donde estaban prohibidos los animales domésticos. En otras épocas de su vida tuvo de compañía a un zorro, monos, loros, gatos, un águila, un halcón, gallinas de Guinea, un tejón, gansos, una grulla egipcia y una garza.
La leyenda del oso de Byron es muy curiosa.
Parece ser que en sus años de estudiante en Cambridge, Byron se llevó al campus a vivir consigo a un oso con la excusa de que el reglamento de la universidad sólo prohibía introducir perros. A los pocos días de tenerlo y cuidarlo se produjo una vacante en el aula en dónde él estudiaba.
Byron sacó a su oso de su celda en dónde lo tenía escondido y lo llevó al aula universitaria.
Al entrar, ante el asombro y temor de los otros estudiantes, dijo con toda tranquilidad y parsimonia al catedrático:
- Le traigo al nuevo alumno que va a cubrir la vacante.
Y las risas estallaron incontenibles a pesar de la presencia de la fiera.

domingo, 18 de octubre de 2009




La Bailarina de Alambre


La Bailarina de alambre.
Mauricio d’Ors. Agosto de 2009.

Ella, aquella bailarina de alambre,
se mueve contoneando su cuerpo de uno a otro lado de la sala,
sostenida únicamente sobre su gran pie izquierdo plano...

El rostro, agitado por el frenesí del baile,
los ojos saltones, la nariz picassiana
y su cuello, retorcido por mil vueltas danzarinas...
La bailarina de alambre flota en el aire
como si la música moviese su frágil cuerpo de alambre,
el torso recto, la pierna derecha en el aire
y el cuerpo, prendido sobre el gran pie izquierdo...

Mientras, los brazos se agitan suavemente
como alas que iniciasen el vuelo,
y meciese el céfiro...

Aquella bailarina de alambre,
salida de las prodigiosas manos de mi hermano Mauricio, talento incansable,
que conocí allá en el mallorquín Molinet del Valle...

Aquella bailarina de alambre,
de aquel agosto del 2009,
de recuerdo inolvidable...

 CARLOS D'ORS