lunes, 16 de mayo de 2011

MIDNIGHT IN PARIS, un cuento mágico, culturalista y estereotipado en Homenaje al París de los Años 20 y de La Belle Epoque.




Woody Allen nos ha regalado una deliciosa comedia en forma de nostálgico y estereotipado cuento mágico del París de los años 20 y de la Belle Epoque que es un constante homenaje a la Ciudad de la Luz. Y también es un irónico “cuento de hadas” de la ingenua visión prototípica y literario-artística que tienen no sólo los americanos y el propio Allen, sino todo el mundo sobre esta maravillosa ciudad. Asimismo nos presenta un culturalista cuento de personalidades de aquella época con el pretexto de los imaginarios (pero muy reales para el protagonista) encuentros nocturnos y noctámbulos de éste con personajes del París de aquellas épocas : desde los admirados americanos que pulularon por allí como son Scott Fitzgerald, Hemingway y Cole Porter , pasando por Picasso, Gertrude Stein, y los surrealistas Dalí (con sus “rinoserontes”), Buñuel (estupenda la broma con el argumento de su película “El ángel exterminador” que el propio Buñuel no acaba de entender) o el fotógrafo Man Ray hasta llegar a Matisse, Toulouse Lautrec o Degas; un Homenaje al París literario y artístico.

A diferencia de otras más escépticas con el ser humano y sus posibilidades, esta última película de Woody Allen es esperanzadora y optimista en el sentido de que su protagonista Gil se va a tomar en serio a sí mismo, no solo como escritor, sino como ser humano, afrontando la realidad y reconociendo que la satisfacción espiritual y la felicidad que se requieren para pasar por la vida son algo que está dentro de uno mismo y es una decisión propia. Así que la película es esperanzadora en cuanto Gil llega a la conclusión de que es mejor no engañarse a uno mismo; que es mejor no hacerlo y eso incluye quedarse en el París de sus sueños literarios y vitales. Así vuelve a ser con ello otro Homenaje a París.

La película es también un delicioso Homenaje a París , al París más famoso y turístico, porque incluye en el transcurso de la misma algunos de los lugares más bellos y emblemáticos de la Ciudad de la Luz: así el recorrido fotográfico -casi postal- al inicio de la película de los lugares más conocidos y turísticos del París de luz dorada del atardecer y del lluvioso y de mágicas luces nocturnas, como son la Place de la Concorde, les Champs Elysees, la Place Vendome y la rue de la Paix, la Ópera, Notre Dame y el Sena con el Pont Neuf, los jardines de Luxembourg, la Tour Eiffel, la Place d’Etoile con el Arco de Triunfo, el Louvre y la Pirámide de Cristal y el Moulin Rouge.

Pero las localizaciones de la película van haciendo pasar por nuestros ojos algunos de los lugares más apreciados de París, entre los que se cuentan la librería Shakespeare & Company; los jardines y el Salón de los Espejos de Versalles; los jardines de Monet en Giverny; el Museo de l’Orangerie (los cuadros de los nenúfares de Monet); el Museo Rodin; el mercado Paul Bert (el Rastro); la calle Montagne St. Genevieve (adonde Gil va a medianoche); la plaza del jardín de Notre Dame–Juan XXIII (donde la guía del museo Rodin -Carla Bruni- traduce para Gil); el Pigalle nocturno con sus prostitutas; la escalinata del Sacré Coeur; la plaza Dauphine; el restaurante Maxim’s (donde Gil encuentra al inevitable Toulouse-Lautrec dibujando); el muelle de la Tournelle con los puestos de libros; el puente Alexandre III, así como los restaurantes Le Grand Véfour, Les Lyonnais y Lapérouse. Y un maravilloso elenco actoral (bellísimas son y están las mujeres que aparecen en el film, Rachel McAdams, Marion Cotilliard, Nina Arianda, Carla Bruni y Léa Seydoux y estupendos los intérpretes masculinos Owen Wilson y Adrien Brody) –que disfrutan interpretando y nos hacen disfrutar.

Por último la película es asimismo un Homenaje a París en el sentido de las infinitas posibilidades que existen en esta ciudad y eso es lo que celebra el film y lo que celebramos todos al disfrutarla. Maravillosa película.

viernes, 13 de mayo de 2011

EUROVISIÓN 2011, ¿la mejor edición de la historia?





Festival

de

Eurovisión

2011,

¿la mejor edición de la historia?

No sé si es demasiado arriesgado decir que la edición del Festival de Eurovisión 2011 es la mejor en calidad de la historia, pero sí puedo afirmar que la calidad de la mayoría de las canciones seleccionadas para la final es muy alta, así como la de sus intérpretes, además de una impresionante escenografía en muchos casos (deberían de estar muy atentos al televisor mañana sábado la gente del mundo del teatro). Y desde luego las canciones que representan a Italia, Hungría, Alemania, Francia, Reino Unido y Azerbayán son de las más bellas de las últimas ediciones. También son de muy estimable calidad interpretativa y musical las de Rusia, Irlanda, Bosnia, Estonia, Islandia y Suecia.

Pero la gran noticia de esta edición es que Italia regresa a Eurovisión y lo hará después de 13 años que el país no participa en el Certamen Europeo de la Canción de la UER. Italia es un país de grandes canciones y cantantes. Algunos dicen que ese toque de jazz de la canción “Madness of Love’” (con lo bonita que es cantada en italiano Follia d’ amore) que representa este año a Italia nunca ha triunfado en Eurovisión pero eso no significa que alguna vez lo pueda hacer y este año podría y debería ser posible, creo yo. Llena de energía, la canción de Raphael Gualazzi, una bellísima fusión de jazz y soul al piano, combinando el inglés y el italiano, es para mí la más bella musicalmente hablando y de esas que hacen grande una edición como ésta.

Kati Wolf representa a Hungría después de haber sido elegida de forma interna por la televisión de su país. A pesar de que la canción “ What About My Dreams" con la que acudirá a Düsseldorf fue presentada inicialmente en húngaro, se interpretará finalmente en inglés, aunque la nueva versión combina estrofas en inglés y en húngaro, pero manteniendo intacto su sonido pop heredado de los éxitos de los 80. La potente, intensa y sonora voz de Kati impresiona con esos discursivos falsetes con una cálida voz que recuerda a la belga Lara Fabian o a nuestra Malú en una bellísima y emotiva canción.

Lena Meyer-Landrut ganó Eurovisión el año pasado y está dispuesta a reeditar su éxito con Alemania. Me vuelve a gustar mucho la canción de la nabokovkiana “lolita” Lena con ese toque de pop futurista tan sutil, aunque me parece una apuesta muy arriesgada, porque no sé si será una canción que gustará a todos los oídos como al mío. Pero "Taken by a stranger" le da un toque diferente al festival, y es probablemente la canción más moderna de esta edición. Además se las han arreglado para que la puesta en escena también acabe con los cristales rotos, como en el vídeoclip, y Lena la interpreta con sensual y coqueta displicencia.

Francia apuesta este año por una preciosa y grandilocuente ópera casi en registro de himno “Sognum” que cantará en corso el joven Amaury Vassili, un himno interpretado con mucho ángel por este joven cantante. Desde el primer momento, Vassili figura entre los favoritos en todas las apuestas europeas con esta clásica pero novedosa candidatura, ya que no es habitual escuchar este tipo de canciones en Eurovisión.

Reino Unido apuesta por una canción “ I Can” y una boyband Blue conocida en toda Europa que logró un gran éxito a comienzos de la década pasada y que se han vuelto a reunir para representar este año a su país en Eurovisión con grandes voces y una extraordinaria armonía vocal entre sus componentes.

Azerbayán presenta uno de los pocos dúos que participan este año en Eurovisión y lo hacen con una romántica y bella balada dialogada, "Running Scared", que recuerda un poco a las rítmicas y pegadizas canciones que interpretan alumnos de series estudiantiles como la popular serie Glee. Eldar Gasimov y Nigar Camal acuden juntos al festival después de haber ganado por separado la final de la preselección de su país.

EL POST FESTIVAL. Finalmente la canción ganadora ha sido esta última de Azerbayan: indudablemente que era una de las más bellas, aunque creo que la canción de Italia hubiera sido la justa ganadora. Hay que hacer constar la injusticia cometida con la canción de HUNGRÍA, una de las tres mejores y con una grandiosa interpretación.