lunes, 6 de septiembre de 2010

CONOCERÁS AL HOMBRE DE TUS SUEÑOS, sabia y ácida comedia coral de un fatalismo burlón.



CONOCERÁS AL HOMBRE DE TUS SUEÑOS, sabia y ácida comedia coral de un fatalismo burlón.

Tras su rancia postal barcelonesa de Vicky, Cristina… y su descafeinada y artificiosa Si la cosa funciona en la que suponía su vuelta a Nueva York, Woody Allen llega, una vez más, puntual a su esperada cita anual con Conocerás al hombre de tus sueños en lo que supone la vuelta a la ciudad de Londres y a las fallidas relaciones interpersonales que caracterizan a sus característicos personajes.
La nueva película de Allen es una comedia que desprende cierto pesimismo irónico y burlón en torno a las relaciones entre los humanos. El matrimonio de Alfie y Helena se rompe cuando al primero le entra una crisis de edad ante el miedo a envejecer. Entonces Alfie (Anthony Hopkins) decide ir al gimnasio, hacer footing todos los días y salir con una joven y despampanante prostituta ocasional. Por otro lado, la hija de Alfie y Helena, Sally (Naomi Watts), tiene también problemas con Roy (Josh Brolin), un escritor frustrado tras un primer éxito literario que no puede volver a reproducir. Roy se enamora de la vecina hindú que toca a Bocherini con su guitarra en la ventana de enfrente (siempre hay una vecina en la ventana de la casa de enfrente), mientras que Sally hace lo propio de su jefe galerista (Antonio Banderas). Por otro lado Helena busca el consuelo espiritual después de que su marido lo deje, en la pitonisa Crystal. Curiosamente será la única que termine feliz, los otros seguirán buscando una felicidad que se les muestra caprichosa y traicionera.
En Conocerás al hombre de tus sueños se presentan retazos del universo de este genuino autor. No sólo en sus temáticas y obsesiones ( la angustia a la muerte, la soledad, el miedo a envejecer, el destino caprichoso y azaroso que se impone a los deseos de los personajes, la ambición, las relaciones marcadas por una gran diferencia de edad, la creencia en las pitonisas y en la reencarnación) sino también con ciertos elementos que se configuran como tomados de anteriores obras. Así por ejemplo la girl de Alfie nos recuerda a la inglesa del personaje de Mira Sorvino en Poderosa Afrodita, el horizonte que se divisa tras el descubrimiento de que la novela de Roy es robada podría tener algunas semejanzas a las de Match Point, donde también salía a la luz el peso moral ante espinosas acciones. O personajes como el de la pitonisa, que ya forman parte del universo que nos has regalado Woody. Ciertos personajes parecen estar más cercanos al mundo neoyorquino, como por ejemplo la neurótica Helena (interpretada por Gemma Jones con encanto y solvencia), que ahoga sus penas en el alcohol y las directrices que le dicta la pitonisa). Mientras que otros, el galerista (interpretado por Antonio Banderas) parecen más propios de su etapa inglesa. En todo caso, todo el reparto responde con manifiesta solidez a la llamada de su director.
La última película de Allen es una comedia muy entretenida, que se degusta con deleite y no quieres que se acabe y que está realizada con pericia y maestría en el montaje y dirección de actores y genialmente interpretada por todos y que acaba seduciéndonos a sus seguidores. Quizás ésta sea una de las grandes virtudes del director de Manhattan: la capacidad de seducir a su fiel público con historias ya vividas en su filmografía, con diálogos ingeniosos e irónicos, aunque con un humor menos hilarante y vital que antes pero más sabio e inteligente, y con un espléndido guión coral del que nunca sabrías qué destacar más y que sigue satisfaciéndonos y convenciéndonos. El fatalismo del destino no es trágico como en Match Point , sino burlón e irónico. La mejor película de Woody Allen desde la genial Match Point.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

THE GIRLFRIEND EXPERIENCE, sugerente docudrama de flashbacks.


THE GIRLFRIEND EXPERIENCE,
sugerente ejercicio de cine puro en un docudrama de flashbacks.

Steven Soderbergh rueda un drama experimental que sigue la vida de una prostituta de lujo en plenas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Un ejercicio fílmico de cine puro que invita a reflexionar sobre la era del capitalismo post-crisis, centrándose en la historia personal de una joven que intenta compaginar su vida profesional y amorosa en el negocio del sexo.
Sasha Grey, estrella del porno, da el salto al cine convencional con un papel protagonista. La película relata cinco días de una prostituta de lujo. El resto del reparto es buscadamente anónimo, haciendo de "The girlfriend experience" una producción de corte independiente con todas las de la ley.
Este film es un pequeño ejercicio de estilo en el que Steven Soderbergh se desenvuelve cómodamente y con gusto, mostrando que sabe rodar una historia de la vida actual desde un enfoque independiente, una narrativa poco convencional y un contenido ideológico limitado pero interesante y polémico, si bien siempre predominando aparentemente su estética formal por encima de la hondura real del relato. The girlfriend experience es una película más atractiva de planteamiento y forma de estar rodada que conmovedora en sus mecanismos experimentales de tipo impresionista y minimal, siendo muy atractivo el uso narrativo de un verdadero puzzle de flashbacks; el uso de la cámara de alta definición y el montaje inteligentemente sutil, así como el protagonismo puntual de la música de percusión. Pese a su aparente frialdad de "mostrar" como un verdadero ejercicio de cine puro sin tomar postura ni desarrollar psicologías, la película conmueve a ratos y se contempla con mucho deleite esta breve historia de la prostituta que ofrece un servicio de novia a su clientes, metáfora de la necesidad de liberación de los sentimientos que constriñen una sociedad capitalista preocupada sólo por el negocio y el dinero, tiempos previos a las elecciones presidenciales y a la llegada del partido demócrata de Obama.
La protagonista del reparto es la actriz porno Sasha Grey. Tiene 22 años y su interpretación
-lánguida y fría- , si buen puede resultar a ratos monocorde y apática, está bastante lograda dentro de las intenciones estilísticas de su director. En conjunto, Sasha es magnética y poderosamente atractiva para una historia donde el voyeurismo de los diálogos entre cliente y prostituta no parece querer mostrarnos más que un documental de realismo sugerente. Pero esta actriz acaba hechizando y convenciéndonos finalmente de ser un ejemplo de lo mucho que se puede hacer con tan poca gestualidad. Magistral ejercicio de cine puro en el que luces (faros de coches, bombillas, velas) y reflejos reveladores de cristales en escaparates y edificios son su verdadero secreto.