domingo, 29 de enero de 2012

NOCHE LLUVIOSA Y CALMA (Poema "Epílogo" de mi poemario aún inédito ECLIPSE TOTAL)








Tristes, al pasar, me miran los balcones de la calle mojada,
reptando los brillos en los fríos bancos de farolas goteadas de luz preñada.

La calle toda me envuelve en la noche lluviosa y calma...

Las hojas del otoño se revuelven amargas en mis zapatos, cansadas,
como calientes islas anegadas de aguas...

La calle toda me envuelve en la noche lluviosa y calma...

Nada más verla, se cruzan emocionadas nuestras miradas.
Y una sensación primaveral me llena y embarga.

La calle toda me envuelve en la noche lluviosa y calma...

Ella se coge de mi brazo y, luego, me acaricia y abraza,
y siento la calidez de su cuerpo, el olor de su cabellera mojada.

La calle toda me envuelve en la noche lluviosa y calma...

Nos ocultamos bajo el amplio paraguas
que de risas y lamentos nos cobija y resguarda.

La calle toda me envuelve en la noche lluviosa y calma...

De pronto, un frío intenso y húmedo recorre mi espalda,
y entonces se desase de mi brazo, y de mí se aleja y se aparta.

La calle toda me envuelve en la noche lluviosa y calma...

Y me parece escuchar lamentos extraños
que brotasen por doquier en la noche oscura del alma.

La calle toda me envuelve en la noche lluviosa y calma...

miércoles, 25 de enero de 2012

La nostalgia romántica de seguir los pasos: Marta Moriarty sigue a Cézanne en Aix y Berta Vías a Camus en Lourmarin.









Sigue existiendo entre los escritores y artistas la búsqueda romántica y nostálgica de seguir los pasos de los grandes escritores y artistas que nos precedieron como si, de alguna manera, nos impregnásemos así de su inspiración artística.
Yo mismo he seguido, tal vez por razones familiares y sentimentales, los pasos de Eugenio d’Ors en su casa marinera de Vilanova i la Geltrú en la colina de San Cristóbal que besa el azul mediterráneo, impregnándome de sus olores marineros noucentistas.
Marta Moriarty sigue los pasos de Cézanne en su Aix en Provence natal: la luz es tan intensa que casi ciega sus ávidos ojos cezannianos, impregnados de los pequeños toques meticulosos, rectangulares, largamente calculados del maestro de Aix. Y Marta piensa en la frase que un día dijo el padre de la pintura moderna: “Un artista debe hacer su obra como un almendro hace sus flores o como un caracol fabrica su baba.” Y al penetrar ella en el estudio de pintor lo imagina vestido con su levita que no tardará en mancharse, con su sombrero en la cabeza que muchas veces no se quita ni para pintar dentro y un poco encorvado sobre el lienzo, con sus ojos pegados al punto del lienzo en que está pintando.
Berta Vías sigue los pasos de Albert Camus en Lourmarin: Berta camina despacio sobre un sendero de tierra empedrado escoltado de hileras de gravilla irregulares en busca de la casa de Albert Camus.
Camus se compró la casa en Lourmarin, una pequeña localidad de no más de 600 almas cercana a Aviñón. Lourmarin es un pueblo típico de la Provenza francesa, cuidado, construido en piedra duradera, tan elegante y apacible. Apenas hay edificios nuevos más que en las afueras del centro urbano, y aún así son discretos, acordes con la belleza del paisaje y la extensión montañosa delimitada por campos de lavanda coloridos y rectangulares. En el último año Camus pasó largas temporadas en esa región cuyo paisaje le recordaba al de su Argelia natal. Los vecinos del pueblo lo recordaban como un hombre amable y accesible, que hacía largas caminatas por el campo y que patrocinaba al equipo de fútbol del pueblo.

lunes, 23 de enero de 2012

¿Es Meryl STREEP la mejor actriz de todos los tiempos?

A propósito de la gran interpretación de Meryl Streep en su papel de Margareth Thatcher en su última película La dama de hierro, decir que MERYL STREEP es la mejor actriz de todos los tiempos puede parecer arriesgado, pero no cabe duda que está en mi opinión entre las cinco mejores actrices cinematográficas de todos los tiempos. El historial cinematográfico de esta actriz es memorable y sólo comparable a las grandes Bette Davis, Greta Garbo, Katherine Hepburn o Sofía Loren, no sólo por su talento interpretativo sino porque casi todas las películas que ha realizado son además grandes películas. Meryl Streep ha interpretado una sorprendentemente amplia variedad de papeles en una carrera que ha transcurrido por su propio y singular camino, tanto en el teatro, como, sobre todo, en el cine y para la televisión.



Nacida en 1949 en Summit, New Jersey (Estados Unidos), Meryl Streep, de nombre auténtico Mary Louise Streep, es la hija mayor de Harry, ejecutivo farmacéutico, y de Mary Streep, artista. Tiene dos hermanos menores llamados Harry y Dana. Desde niña Meryl se sintió atraída por el mundo de la actuación, apareciendo en producciones teatrales organizadas en el instituto.
Ganadora en dos ocasiones del Oscar y contando con un récord de trece nominaciones a dichas estatuillas, Streep nunca había actuado en un drama hasta su segundo año de universidad en el Vassar College, cuando consiguió el papel protagonista en la obra de Strindberg, "Miss Julie". Un programa de intercambio le llevó a Dartmouth, donde estudió escritura de teatro, así como también escenografía y diseño de vestuario. Tras graduarse en la Vassar, obtuvo una beca de la Escuela de Arte Dramático de la Universidad de Yale, donde se licenció y fue galardonada con el Premio Carol Dye Acting; siendo la primera mujer en la historia de esta universidad en recibir este honor.Después de un verano con la O'Neill Playwrights Conference en Connecticut, Streep se mudó a Nueva York donde debutó en una producción de Joseph Papp para el Lincoln Center de "Trelawney of the Wells", con Mary Beth Hurt y John Lithgow. Las críticas empezaron a destacar en esa primera temporada su versatilidad, su imaginación y el amplio rango de matices interpretativos que han sido señas de identidad de su carrera desde el comienzo.
Del Public Theatre pasó al Phoenix Repertory, donde, en producciones rotatorias, interpretó a una mujer sureña del siglo XIX en el melodrama sobre la Guerra Civil Americana, "Secret Service"; a una elegante secretaria en la obra de un acto de Arthur Millar, "Recuerdo de dos lunes", y a una desastrada prostituta en "27 vagones llenos de algodón", del dramaturgo Tennessee Williams. Por su virtuosismo, Streep ganó el Outer Critics Circle Award, el Theater World Award, además de recibir una nominación a los Tony. Trabajó en diversas obras en su primera temporada en Nueva York tras graduarse, incluyendo representaciones del New York Shakespeare Festival de "Enrique V" y "Medida por medida", dando la réplica a John Cazale y Sam Waterston.Protagonizó en Broadway el musical de Brecht / Weill, "Happy End", y se hizo con un Obie por su interpretación en la producción de fuera de Broadway de "Alice en el palacio". Durante este periodo, también ganó el Emmy a la Mejor Actriz por su interpretación de una desesperada mujer germana en la polémica serie de ocho capítulos "Holocausto".




Streep empezó su carrera cinematográfica en 1977 con el papel de la amiga de Jane Fonda en Julia, dirigida por Fred Zinnemann. Al año siguiente, en 1978, su segunda cinta, trabajó con Robert De Niro y Christopher Walken en El cazador, por la que fue nominada a su primer Oscar por su interpretación de una guapa chica trabajadora de Pennsylvania cuya solitaria vida en una pequeña ciudad se ve irrevocablemente alterada por la guerra de Vietnam.



Volvió ese verano al teatro para interpretar el papel de Catherine, dando la réplica a Raúl Juliá, en "La fierecilla domada", para Joe Papp y su producción gratis en Central Park. Interpretaba a Shakespeare por la noche, mientras rodaba "Manhattan" de Woody Allen y "Kramer contra Kramer" con Dustin Hoffman durante el día. Como la atribulada ex mujer de Hoffman que se halla luchando por la custodia de su hijo, ganó su primer Oscar en la categoría de Mejor Actriz Secundaria. Fue nominada a un Oscar por tercera vez, además de hacerse con el Premio de la Academia Británica por su siguiente película, La mujer del teniente francés de Karel Reisz, en la que interpretaba el doble papel de una actriz contemporánea y una trágica heroína del siglo XIX. Al año siguiente, ganó el Oscar a la Mejor Actriz por su extraordinario trabajo en "La decisión de Sophie" de Alan J. Pakula, una adaptación de la novela de William Styron. Volvió a ser nominada al año siguiente por su papel de Karen Silkwood, la activista y heroína de "Silkwood" de Mike Nichols. Se reunió nuevamente con Robert De Niro para su siguiente película, "Enamorarse", por la que ganó el Premio David de Donatello, el equivalente italiano a los Oscar. En 1985, Meryl Streep rodó dos películas: "Plenty", la adaptación que hizo Fred Schepisi para el cine de la novela de David Hare, y "Memorias de África" de Sydney Pollack, por la que fue nominada a un Oscar a la Mejor Actriz. A continuación rodó dos películas con Jack Nicholson: "Se acabó el pastel" de Mike Nichols, y "Tallo de hierro" de Hector Babenco, por la que fue nominada por séptima vez a un Oscar. Se fue a Australia para rodar "Un grito en la oscuridad" a las órdenes de Fred Schepisi, en la que interpretaba a la injusta y deplorablemente difamada Lindy Chamberlain, por la que ganó el Premio a la Mejor Actriz del Festival de Cannes, el del Círculo de Críticos Cinematográficos de Nueva York, el Premio AFI y otra nominación a los Oscar.Posteriormente obtuvo nominaciones a los Globos de Oro por su trabajo en el filme de Susan Seidelman, "Vida y amores de una diablesa"; y en "Postales desde el filo" (de nuevo con Nichols), dando la réplica a Shirley MacLaine. Por esta adaptación de Carrie Fisher basada en una novela suya, Streep recibió elogios por su forma de cantar y obtuvo otra nominación a los Oscars. Siguió haciendo comedias con Albert Brooks en su deliciosa meditación del juicio de un neurótico en el purgatorio titulada "El cielo, próximamente"; y en el docudrama de Robert Zemeckis sobre el envejecimiento en Los Ángeles, "La muerte os sienta tan bien", un filme coprotagonizado por Goldie Hawn. Tras regresar a los Estados Unidos desde Europa, donde rodó la película de Billie August, "La casa de los espíritus" basada en la celebrada novela de Isabel Allende, afrontó los retos físicos de una película de acción en "Río salvaje", bajo la dirección de Curtis Hanson, llevando a Kevin Bacon por los rápidos de clase IV de Oregón y Montana. A continuación, regresó a la pequeña pantalla, coproduciendo con el director Jim Abrahams y protagonizando el drama "First Do No Harm", por el que fue nominada a un Emmy por su interpretación de la madre de una niña epiléptica que busca terapias alternativas. Por su siguiente película, "Los puentes de Madison" de Clint Eastwood, fue aclamada con entusiasmo por la crítica, además de ser nominada a un Premio del Gremio de Actores Cinematográficos, a un Globo de Oro y a un Oscar. Al año siguiente, pudimos verla con Liam Neeson en "Antes y después" de Barbet Schroeder; y dando la réplica a Diane Keaton y Leonardo DiCaprio, en "La habitación de Marvin", por la que fue nominada a otro Globo de Oro. En 1999, protagonizó con Renee Zellweger "Cosas que importan", basada en la premiada novela de Anna Quindlen sobre una hija pródiga que regresa a casa para cuidar a su madre cuya vida tanto ha menospreciado. Streep fue nominada a un SAG, a un Globo de Oro y a un Oscar por su interpretación, además de al Berlinale Camera Award en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Ese mismo año, apareció junto a un extraordinario elenco de actores ingleses e irlandeses en la aclamada por la crítica "El baile de agosto", basada en la obra de Brian Friel, bajo la dirección de Pat O'Connor.En 1999, Streep aprendió a tocar el violín para el filme de Wes Craven, "Música del corazón". La película reflejaba la vida real de la maestra y madre soltera Roberta Guaspari, empeñada en enseñar violín a los niños de un barrio pobre de la ciudad. Por su trabajo en esta cinta recibió su decimotercera nominación a los Oscars.Streep y su familia se mudaron a Nueva York en 2001, lo cual supuso para ella la vuelta a su casa. Regresó al Teatro Delacorte de Central Park con la producción de Mike Nichols de "La gaviota", un éxito de público y crítica, y producción gratuita del Public Theatre del New York Shakespeare Festival. El extraordinario reparto de la misma incluía a los actores Kevin Kline, Christopher Walken, Marcia Gay Harden, Natalie Portman, John Goodman y Philip Seymour Hoffman.En 2003, el trabajo de Streep en el filme "Las horas" le reportó el Oso de Oro a la Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Berlín, junto con sus compañeras de reparto Nicole Kidman y Julianne Moore, además de sendas nominaciones a los SAG y a los Globos de Oro. Ese mismo año, su excéntrica interpretación de Susan Orlean en el largometraje de Spike Jonze, "Adaptation, el ladrón de orquídeas", fue reconocida con un Globo de Oro en la categoría de Mejor Actriz de Reparto y fue nominada también al Oscar y al BAFTA. Ese mismo año recibió un César Honorario por su carrera en París, donde también se le ha concedido el título de Commandeur de l'Ordre des Arts et des Lettres, la medalla civil de más alto rango que otorga el gobierno francés. Al año siguiente, Streep apareció junto a Al Pacino y Emma Thompson en la epopeya de la HBO, "Ángeles en América", bajo la dirección de Mike Nichols, sobre la base de una adaptación de Tony Kushner de sus obras premiadas en los Pulitzers. Interpretando cuatro personajes, ganó por su trabajo el Globo de Oro y el Screen Actors Guild Award como Mejor Actriz. Entre los trabajos más recientes de la Streep para la gran pantalla se pueden destacar "Mensajero del miedo", "Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket", ambas para Paramount; y "Secretos compartidos", con Uma Thurman. Sus extraordinarias dotes interpretativas jalonan su historial de inolvidables interpretaciones. Las más geniales interpretaciones de su carrera a mi parecer por su carácter inolvidable son:

KRAMER CONTRA KRAMER (papel de Joanna Kramer), 1979


LA MUJER DEL TENIENTE FRANCÉS (doble papel de Sarah, Anna), 1981


LA DECISIÓN DE SOPHIE (papel de Sophie Zawistowski), 1982


MEMORIAS DE ÁFRICA (papel de Karen Blixen ), 1985
y LOS PUENTES DE MADISON (papel de Francesca Johnson), 1995.



Y desde luego no podemos dejar de mencionar su increíble interpretación, en parecido físico y psíquico, de gestos y de voz, como Margareth Thatcher, la dura y fría líder del Partido conservador británico, en The Iron Lady (La dama de hierro).




Lo que hace de Meryl Streep una actriz tan grandiosa es que hace que todos sus papeles y personajes interpretados sean memorables; es decir, humanamente imperecederos, aún incluso cuando las películas que interprete no sean tan extraordinarias.
















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domingo, 15 de enero de 2012

Reflexiones tras la tertulia literaria sobre "El Relato Contemporáneo"en torno a “En cualquier lugar donde parezca que esto pueda hallarse”.



El gato, la lluvia y MURAKAMI.



A propósito de un texto de Daniel TUBAU sobre Novela vulgar y Novela compleja:


Se podría decir que lo que difer­en­cia a una nov­ela vul­gar de una nov­ela ambi­ciosa o com­pleja literariamente hablando no es lo que puede pare­cer a primera vista por su denom­i­nación como “nov­ela vul­gar” o “barata”. No es cuestión de contenido; es decir, no es que lo que se dice en una nov­ela vul­gar no pueda ser tan intere­sante como lo que se dice en una nov­ela más com­pleja. En muchos casos seguro que es más intere­sante, ya que el que una nov­ela sea com­pleja no implica necesariamente que tam­bién sea más interesante que la vulgar. Pero la car­ac­terís­tica impor­tante de este tipo de nov­e­las, de las nov­e­las, sim­ples, sen­cil­las o vul­gares, entre las que se incluyen casi todos los best­sellers, es que las cosas se dicen sólo de una manera.
No es que la inter­pretación no pueda intere­sarnos (en la mayoría de las ocasiones claro que nos interesa y es lo que hace que se vendan mucho), es que sólo hay una inter­pretación. Al leer esas nov­e­las sabe­mos per­fec­ta­mente qué es lo que el autor ha querido decirnos, no nos quedan dudas: quiere decirnos esto, y nosotros lo enten­demos. Así que, como lo enten­demos, no nece­si­ta­mos deten­ernos y seguimos leyendo. Esto es lo que hace que sean tan ame­nas y atractivas para todo el mundo: nunca nos deten­emos, siem­pre seguimos ade­lante porque todo lo entendemos.
Hay nov­e­las que resul­tan difí­ciles para el lec­tor vulgar, ¿qué quiero decir con “vulgar”? Pues sim­ple­mente el que no quiere deten­erse ni esforzarse, ni pre­gun­tarse qué ha querido decir el autor (o qué está diciendo esta frase, incluso aunque el autor no lo haya querido decir de man­era con­sciente). En las nov­e­las difí­ciles no hay una sola inter­pretación, sino varias. Como dijo Edmund Wil­son acerca de las múlti­ples inter­preta­ciones del Ulysses de Joyce, estas nov­e­las se pare­cen a la física cuán­tica y al prin­ci­pio de inde­ter­mi­nación de Heisen­berg: cada vez que se leen se encuen­tra algo dis­tinto porque el obser­vador, el lec­tor, mod­i­fica lo observado.
Las reflex­iones ante­ri­ores, aunque pare­cen con­tener una cierta con­no­tación quizá no des­pre­cia­tiva pero sí depre­cia­tiva hacia la nov­ela vul­gar, y eso es algo que sería quizá hipócrita negar, sin embargo no impli­can un juicio neg­a­tivo por sí mismo: puede darse el caso de que una nov­ela sim­ple sea capaz de trasmi­tir una belleza cierta, una belleza supe­rior a la de una nov­ela com­pleja. De eso no me cabe ninguna duda, y mi inten­ción es inves­ti­gar ese asun­to en el futuro y bus­car la belleza de las grandes nov­e­las vul­gares. Pero ahora pense­mos en una nov­ela que me viene a la cabeza, Papillon (1969), de Henri Charrière. Nos gusta mucho esta nov­ela. Nos parece extra­or­di­naria. Pero probablemente cuando volvamos a leerla, nos volverá a gus­tar, pero sospe­cho tam­bién que no encon­traremos nada demasiado nuevo en ella, a no ser que ello se deba a nuestra tor­peza de lec­tores o, simplemente, a tenerla olvidada. Sin embargo, sé que si leo de nuevo un pasaje de Madame Bovary de Flaubert, de Rojo y Negro de Stenhal, de Ana Karenina de Tolstoi , de La insoportable levedad del ser de Kundera, de Bomarzo de Mujica Laínez o de El hombre sin atributos de Robert Musil, encon­traré algo nuevo y que ello no se deberá a mi prece­dente tor­peza. Aunque haya lle­vado a cabo una exce­lente y ati­nada primera lec­tura de esos libros, en la segunda me espera inevitable­mente algo nuevo. Lo que hace que estas novelas sean geniales e imperdurables es que tienen múltiples interpretaciones, múltiples relecturas y en cualquier tiempo y época: es decir que son universales y eternas.
Y eso es lo que sucede también con los relatos complejos y en este caso con el relato que comentamos ayer “En cualquier lugar donde parezca que esto pueda hallarse” de Murakami: que es un relato complejo que tiene múltiples lecturas y relecturas e interpretaciones; algunas incluso opuestas entre sí, y que en cada relectura descubriremos algo diferente que nos hace pensar sobre el relato pero también sobre la vida en general, sobre la literatura e incluso sobre nuestra propia existencia. Y que el gato de la literatura siempre nos acompaña.


jueves, 12 de enero de 2012

¿Pero quién demonios es BÉRÉNICE BEJO?

















A raíz de ver esa mágica película que es THE ARTIST ("una obra maestra de una obra maestra"), un doble homenaje al cine mudo y al sonoro, "cine dentro del cine", un canto del cisne del cine mudo para glorificar el triunfo de la llegada del sonoro, comedia y melodrama, risas y llanto, es incuestionable la gran interpretación de sus actores principales: Jean Dujardin y Bérénice Bejo (es la mujer del director Hazanavizious y se nota), pero también las de James Cromwell (magnífico en su papel de chófer gentleman), John Goodman (extraordinario papel del productor de películas KINOGRAPH) y Penelope Ann Miller. Además de la bella historia de melo-amor y de la subyugante música de Ludovic Bource que nos arrastra y acompaña en todo el film.


Pero ante todo yo destacaría la interpretación de BÉRÉNICE BEJO: cuando ríe como cuando llora, cuando está triste como cuando está alegre, cómo seduce con su mirada y cómo baila ... : un verdadero descubrimiento. Y cómo interpreta al modo de las grandes estrellas del cine mudo y en blanco y negro del pasado: Mary Pickford, Corinne Griffith, Bebe Daniels, Lita Grey, Lillian Gish o Mabel Normand. GENIAL BÉRÉNICE BEJO.

Al respecto de la película THE ARTIST, a esta película hay que juzgarla por lo que es y pretende y porque rescata el encanto del cine mudo y sencillo de antes: una melodramática historia de amor donde la música puntea rítmicamente los aconteceres de la película con perrito protagonista incluido y grandes interpretaciones. Y en ese sentido es una gran película. Sólo un director europeo podía hacer esta especie de "remake" del gran cine mudo americano.
Me he quedado pensativo cuando leí un comentario en CAHIERS DU CINEMA: si a esta película se le da color y sonido, ¿qué queda? Claro, es verdad, pero precisamente de eso se trata.








viernes, 6 de enero de 2012

REYES MAGOS 2012: LA ILUSIÓN EN UN TIESTO DE TULIPAS DE PAPEL. 6 de enero de 2012.



Este año los Reyes Magos vinieron para mí llenos de ilusión y energía positiva. Y entre todos los regalos que me han traído (todos, maravillosos) el que yo prefiero es este precioso Tiesto de tulipas de papel (posiblemente el regalo de menor valor crematístico de cuantos me han regalado) que no hay que regar ni se muere nunca. Ha dado color, ilusión y luz al Nuevo Año que acabamos de comenzar... Gracias al paje que tuvo el acierto de traérmelo.

domingo, 1 de enero de 2012

El viaje imaginario de SALOMÉ (Una historia a través de mis primeros cuadros). CALENDARIO para el 2012.

El viaje imaginario de Salomé
(Una historia a través de los primeros cuadros
de Carlos d’Ors, escrita por el artista cuarenta años después)


ENERO

Lo primero que vio el pintor fue cómo Salomé se ponía un sombrero de pamela para protegerse de los rayos solares y un largo vestido de gasa y se puso a caminar por un camino cubierto de losetas rojas blanqueadas por el polvo y el mar. Atravesó la vía férrea y, al final de un camino de subida, se dio media vuelta para mirar unos instantes y divisó el Pueblo de Vilanova i la Geltrú a lo lejos, con sus casas y sus fábricas.

FEBRERO




En el centro de la plaza un tronco casi seco de higuera evocaba tiempos en los que niños harapientos trepaban por sus viejas ramas para hurtar higos maduros y frescos. Había también allí una palmera marítima, también anciana, que poseía un tronco robusto y ancho. Regalaba palmas a quien quisiera trasladarse allí el Domingo de Ramos a oír misa en la Ermita de San Cristóbal. O cualquier domingo, ya que todos son fiesta.

MARZO






Salomé cruzó la cancela de aquella casa y, a imagen y semejanza de La Samaritana bíblica, sacó agua del pozo. Pero el agua era para ella; tenía sed puesto que el calor del patio andaluz, casi tropical, le embargaba. Y el agua refrescó su boca. Y a su presencia llegó el aire marino que se respiraba antes de llegar a la playa.













ABRIL





Pero antes de bajar a la playa, subió al ático del artista donde divisó los bellos Tejados del Patio, el alegre limonero que protegía una cisterna blanca y los pinos y árboles que medio ocultaban la edificación moderna de al lado.

MAYO


Descendió la escalera de caracol del ático, y vio cómo los hermanos del artista, Luis y Pablo, jugaban ensimismados al ajedrez en el porche.



JUNIO



Dejó atrás la Fachada Trasera de la Ermita con su multitud de tonos ocres, pardos y grises que daban a un huerto, donde ella cogía de niña almendrucos que tanto le gustaban de los muchos almendros que por entonces había.















JULIO


Tras pasar por una misteriosa y vieja Puerta azul y atravesar un bosquecillo que había tras ésta, Salomé quiso bajar a la playa.

AGOSTO



Pero lo hizo por el camino más largo porque quería ver la Vía férrea que tanto le gustaba con aquella vieja y oxidada locomotora abandonada fuera de sus raíles. Desde allí podía divisar el pueblo a lo lejos.



SEPTIEMBRE


En la playa todo era arena fina y olas que venían con saludos y adioses de un mar muy azul, verdoso y pardo, y con hasta prontos, porque enseguida, como arrepentidas, regresaban temerosas. Nunca se decidían: es la eterna duda de las olas.



OCTUBRE

En la playa vio cómo unas Muñecas Náufragas, llenas de brea y sin brazos, flotaban espectralmente en el mar…

NOVIEMBRE



Salomé llegó por fin al Puerto pesquero con su olor a pescado permanente. Las viejas estaban agazapadas sobre las redes. Los cargadores de muelle desayunaban después de la larga jornada nocturna. El agua estaba brillante y verdosa parda y Carlos, el hermano de Salomé, trataba de pescar entre la hilera de barcos pesqueros amarrados que dormitaban y entre los que destacaba el amarillo del Lolita.



Había además allí un colosal trasatlántico, el Yorkmaru, ahora, cubierto de hollín y en patético Desguace.

DICIEMBRE

Aguardaba Salomé que llegase un buque para zarpar imaginariamente. Y de pronto, desde el espigón que daba a la playa, divisó imponente El Buque que le aguardaba en un revuelto mar gris azul verdoso. Ella subió como única pasajera. Pero, claro, hoy no había gente ni pañuelos blancos de despedida. Y sonó la sirena de partida. El viaje fue breve; muy breve. Sólo gaviotas; sólo brisa. Sólo olor a olas.